La confección de la carta de vinos de un restaurante no es una tarea fácil, tanto por su orden como por su contenido. Lo que sí que tenemos que tener claro es saber cuál es el público objetivo de nuestro negocio de manera que podamos determinar en qué orden la vamos a organizar, así como que contenido va a tener.
En cuanto a la organización, hay diversas formas o teorías al respecto, si bien la base debería ser la tipología de vinos (blancos, rosados, tintos, espumosos, dulces, generosos, etc…), si bien una vez estamos dentro de la tipología, el orden de los vinos depende de cada cual. Hay quien ordena por regiones, por intensidad, por uva, por tipo de crianza, por precio, etc. Si bien el orden más común y el más fácilmente entendible es el orden por regiones y dentro de cada región por intensidad del vino. Esto no solo facilita la elección del vino por parte del cliente, sino que, a su vez, facilita a la persona que toma la comanda la recomendación dentro de una misma región.
En cuanto al contenido, tal y como hemos comentado anteriormente, es muy importante tener en cuenta a qué tipo de público va destinado nuestro negocio. Así como tener en cuenta que una carta de vinos no debe de ser nunca estática y que se debe analizar su rendimiento y rotación para modificar y así ajustar cada vez más el producto ofrecido a la demanda real por parte de nuestra clientela.
En toda carta de vinos, hay ciertos vinos que, si bien tendrán poca rotación, deben de estar dado que le dan prestigio a la misma, siempre y cuando nuestro público objetivo tenga el perfil de consumo de esos productos.
Otro punto muy importante a tener en cuenta dentro de una carta de vinos es potenciar los vinos de la zona donde nos encontramos, si bien es fácil caer en la Riojitis o Riberitis, dado que es lo que la gran mayoría de público elije, desde hace años, encontramos excelentes vinos de todas las regiones vitivinícolas de España y del mundo, por lo que podemos salir de ese cliché y potenciar las zonas en las que se ubique el negocio, complementado la carta con otras regiones más populares.
En cuanto al vino por copas, cada uno puede elegir si quiere o no, si solo usa los de la casa o si decide tener una buena variedad de vinos, hay que tener en cuenta que tipo de negocio tenemos y cuáles son las peticiones de nuestros clientes para tomar la fórmula que más nos interese. Además, la fórmula de vinos por copas no deja de ser un excelente laboratorio para ver que vinos son los que mayor demanda se tiene para luego incorporar o no en carta, personalmente creo que los vinos que tenemos por copa, deberían ser vinos que no estén en carta, de manera que ofreces una mayor variedad a los clientes.
Autor: Manel Castellò
Buenísimo artículo, muy interesante.
Muchas gracias, siempre es importante hacer una buena selección de vinos 😉