Hoy se ha presentado en el Mobile World Congress 2019, las etiquetas inteligentes para detectar si el vino está en buen estado de conservación y consumo sin tener que descorchar la botella.
El centro de investigación Eurecat lleva tiempo investigando una nueva tecnología basada en electrónica impresa, lo cual nos abre muchas posibilidades de diferentes campos como por ejemplo en el sector del vino y la alimentación, con etiquetas conectadas a internet para conocer el estado del producto.
La etiqueta está basada en circuitos electrónicos, con sensores de temperatura y de calidad que permiten la monitorización de la información, con tecnología NFC (Near Field Communication), que podemos conectar a una app de móvil. Todo esto sin batería, claro.
La bodega pionera es Ramón Roqueta que ha implementado estas etiquetas inteligentes en algunas botellas de su sistema de producción. Toda la información enviada por las etiquetas inteligentes será guardada a la nube, lo da la posibilidad de controlar el estado del vino desde su salida de la bodega.
“La utilización de electrónica impresa e hibridada para la conexión de objetos dentro de la Internet de las Cosas incrementa la trazabilidad y la comprensión del uso de los productos, de manera que se puede optimizar y mejorar todo su ciclo de vida”, explica el director general de Negocio de Eurecat, Miquel Rey.
Gracias estas etiquetas inteligentes con sistema de internet conectado con los productos, nos da una información muy valiosa en referente a las fechas de caducidad o vida útil del producto más exacta, evitando así el desperdicio de alimentos, favoreciendo unos sistemas de producción mucho más sostenibles.
La innovación de estas etiquetas inteligentes permiten una producción de etiquetas biodegradables con un alto porcentaje de materiales reciclables, sin baterías, lo que permite un alto nivel de sostenibilidad. Este tipo de etiquetas inteligentes empezaron a ser producidas a principios del 2016 dentro del proyecto de investigación y desarrollo de Interacciona.
La tecnología nos acerca cada día más al control de la información del buen estado de los productos alimentarios, un gran avance.